domingo, 11 de julio de 2010

LOS METALES,Nuevo sistema para detectar metales pesados en los suelos agrícolas


Nuevo sistema para detectar metales pesados en los suelos agrícolas

Ha sido desarrollado y aplicado por científicos españoles en zonas mediterráneas

Los metales pesados forman parte del suelo, pero en una cantidad que no resulta tóxica ni para la vida salvaje ni para el ganado ni para los humanos. Sin embargo, las actividades contaminantes, así como la mala gestión agrícola, están provocando que la presencia de estos elementos químicos aumente, con el consecuente riesgo para la salud. Un nuevo método de análisis multivariable desarrollado por el Centro de Investigaciones sobre Desertificación de la Universidad de Valencia, ha permitido conocer la cantidad y la procedencia de ciertos metales pesados, depositados en suelo agrícola por la mano del hombre. Los datos permitirán generar un modelo estándar de calidad del suelo agrícola. Por Yaiza Martínez.

Medición de cantidades

Estos contaminantes se filtran con facilidad en las aguas o son asimilados por ciertos cultivos, lo que afecta a la salud tanto de la vida salvaje, como del ganado y de los seres humanos. Para proteger los suelos, resulta por tanto esencial conocer sus tipos, el contenido orgánico que tienen, y los compuestos y sales, como los carbonatos, que lo forman. Así, se pueden medir mejor los riesgos y aplicar políticas de protección más efectivas.

Los científicos españoles Carolina Micó, Luis Recatalá, Mónica Peris y Juan Sánchez, del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE, de la Universidad de Valencia, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC y de la Generalitat Valenciana, han ideado y aplicado un análisis multivariable (análisis principal constitutivo y análisis en grupo) al estudio de los suelos agrícolas, con el objetivo de identificar la procedencia común de metales pesados contaminantes.

Los resultados de su investigación se han publicado en Chemosphere y la revista Atomic Spectroscoy les ha dedicado una reseña. Tal como explican al respecto, se tomaron 54 muestras de suelo de la región de Alicante, que fue tomada como región mediterránea típica. Estas muestras se sometieron a una metabolización con microondas en solución ácida y sus contenidos metálicos (cadmio, cobalto, cromo, cobre, hierro, manganeso, níquel, plomo y zinc) fueron determinadas gracias a una espectroscopia de absorción atómica, método que utiliza un nebulizador y una llama, cuya luz es absorbida por el elemento, lo que permite determinar la cantidad de éste presente en las muestras.

Resultados claros

Los resultados fueron similares a los de otras pruebas realizadas en otras áreas mediterráneas, salvo en la cantidad de contenido de cobre y plomo. Pero fue el análisis informático químico lo que aportó importantes claves como la procedencia de los metales contaminantes.

Según ellos, el cobalto, el cromo, el hierro, el manganeso y el zinc están relacionados con rocas de origen, formando parte de las propiedades del suelo. No obstante, la utilización cambiante del suelo implica que estos metales se “muevan” más de lo que se moverían en condiciones normales.

Pero el problema estaría en el cadmio, el cobre y el plomo, que estaban presentes en las muestras como consecuencia de las actividades industriales, urbanas y agrícolas. Es lo que se denomina el “componente antropogénico”, en este caso del suelo, causado por la acción del hombre. Lo preocupante es que se hallan en los suelos agrícolas.

Estos resultados apuntan a la necesidad de establecer estándars de calidad para la presencia de metales pesados, que establezcan qué suelos están afectados por la contaminación humana. Los análisis de otras regiones permitirán a los científicos mejorar las bases que están definiendo dichos estándars a nivel regional bajo los auspicios de la European Strategy for Soil Protection de la Comisión Europea, que desde 2004 está llevando a cabo una estrategia de protección del suelo.


Nombre: Yenny Zoraida Zambrano Morales
Asignatura: Circuitos de Radiofrecuencia

LOS METALES,Museo Geológico Virtual de Venezuela


ORO

Etimología:
Del latín aurum.
Fórmula química:
Au.

Propiedades físicas:
  • Sistema: Cúbico.
  • Hábito: son raros los cristales en forma octoédrica, cúbica o rombododecaédrica; normalmente se presenta un granos muy pequeños e informes, en laminillas difundidas en una matriz de Cuarzo o de roca; las formas dendríticas son raras; en los placeresson comunes también los agregados compactos y redondeados, conocidos con el nombre de pepitas.
  • Color: Amarillo de latón, el Oro rico en Plata es más pálido, mientras que la impureza de cobre le da un matiz rojizo.
  • Raya: amarilla dorada.
  • Brillo: metálico.
  • Dureza: 2,5.
  • Densidad: 19,3.


Descripción:
El Oro junto con la Plata, platino, etc, forman el grupo de los metales preciosos. El Oro ha ejercido una gran influencia en el poblamiento de algunas regiones, pues la noticia de su existencia ha traído siempre a millares de personas ansiosas de hacerse ricas rápidamente. Como ente de transacción económica internacional, el oro ha sido expresado en base a la unidad de quilates; el oro puro tiene por ley 24 quilates.

Origen:

El Oro al igual que la Plata, es encontrado algunas veces en estado de pureza. Se extrae de las siguientes fuentes: en las vetas de Oro, generalmente acompañado de cuarzo; el Oro de aluvión, y como producto derivado de otras industrias manufacturadas, como la del Cobre, Estaño y Zinc.

El Oro está enlazado genéticamente con las intrusiones ácidas, el más característico es el de origen hidrotermal en los filones cuarcíferos, donde va acompañado de la Pirita, la Arsenopirita, laGalena, las menas grises, la Calcopirita, la bismutina, los telúridos. Además, el Oro se encuentra en las menas de los yacimientos de polimetales, Cobre, metales raros, Uranio y otras, de las cuales se extrae simultáneamente.

Antecedentes en Venezuela:

El descubrimiento del Oro en la Guayana venezolana se debe al brasileño Pedro Joaquín Ayrés, quien en 1824 llamó la atención de los moradores del pueblo de Tupequén sobre el contenido aurífero de las arenas de Yuruari.

La producción comenzó en 1829, pero pronto se interrumpe desde 1830 hasta 1856, motivado al período de inquietud y agitación política por el cual atravesó el país en los albores de su vida como nación independiente. A pesar de todo esto en 1849, los señores Pedro Monasterio, Andrés Hernández y otros, establecieron los primeros lavaderos de Oro en las arenas aluvionales del Yuruari. Luego se produjo una interrupción entre los años de 1858 y 1865.

Localización




Los primeros depósitos de Oro de Venezuela se asocian con una mineralización hipotermal tipo Au-Fe-W que afectó gran parte de la región central del Escudo de Guayana, principalmente el Grupo Pastora y en él a la Formación El Callao. Como consecuencia de la gran extensión de esta zona metalogénica, depósitos secundarios de Oro en aluviones y eluviones son abundantes a todo lo largo de las regiones oriental y central del Escudo de Guayana.

De las regiones mineralizadas con Oro primario, la zona de El Callao ocupa un lugar preponderante. Esta región ha sido centro de producción aurífera desde la época de la Colonia en el siglo XVIII. En el cuadrilátero aurífero de El Callao, han sido explotadas más de 230 vetas de cuarzo, pirita aurífera y Oro nativo.

Geológicamente, los yacimientos se asocian principalmente, con las lavas de la Formación el Callao, así como las de la Formación Caballape y hasta con los metagabros; sin embargo, las vetas encajadas en las lavas son las más conocidas y extensas y las de mayor producción.

Los yacimientos existentes en las regiones cercanas a los ríos Yuruary y Cuyuní, así como las del río Botanamo, consisten en vetas y filones de cuarzo aurífero del tipo de relleno de fisuras. Por lo general, muestran buzamientos pendientes, con corridas de alrededor de 200 m (aunque algunas pasan de 1 Km), espesor medio de 60 cm y una extensión vertical de 200 - 400 m.

La mineralización de las vetas y filones es simple y consisten principalmente en cuarzo, Oro y Pirita, aunque en algunas minas se presentan cantidades pequeñas de Tetrahedrita, Calcopirita, Bornita y Scheelita. Son típicos yacimientos mesotermales.

El causante de la mineralización en el Escudo de Guayana ha sido un magma granítico no expuesto. En varias zonas mineralizadas profundas se han notado rocas ácidas intrusivas o por lo menos indicaciones de las mismas. En la región de El Callao, minas Laguna, Remington, y Viejo Callao, han sido observados diques de aplita a profundidad que sugieren un magma granítico. Además de las aplitas, se ha comprobado la presencia de granitos y dioritas en áreas cercanas.

Tectónicamente, los depósitos más importantes de la región se encuentran a lo largo de las zonas de cizallamiento, como en El Callao, o en zonas de brechas producidas por fallamientos de las vetas como en el caso de Botanamo, Vuelvan Caras, Bochinche, Salva la Patria e Introducción. En las minas de Botanamo, Vuelvan Caras y La Estrella, fue obsevado un sistema de fracturas primarias, representando por las direcciónes de los esquistos encajantes, los cuales al parecer, determinan el curso de las vetas. También fue observado otro sistema de fracturas posterior al primero, representando por las fallas que dieron origen a las zonas de brecha. Este sistema de fracturas es más complejo en la región de El Callao en donde no se ha podido observar deformaciones adicionales.

Como consecuencia de la gran extensión geográfica de los depósitos primarios hidrotermales de Oro en la zona oriental del Estado Bolívar, toda la región presenta innumerables concentraciones de Oro eluvional en cauces antiguos y modernos, terrazas y eluviones de diferentes edades y características geomorfológicas. Las zonas más productoras se asocian con los drenajes de los ríos Yuruary, Cuyuní, Botanamo, Corumo, Gurampín, Matupo, Hondo, Grande, Oronato, Carichapo, Macarumo y Supamo.

Aplicación:

Es usado principalmente como base del sitema monetario y como medio de pago en el comercio internacional. Desde la más remota antigüedad se le ha empleado en la fabricación de joyas y adornos y para acuñar monedas. También se utiliza con fines profesionales, artísticos e industriales, como por ejemplo: joyería, fabricación de rayos X, radioterapia, aparatos para transmitir el sonido, equipos fotográficos, en la fabricación de armamentos, dentaduras, etc.

Asociaciones:

Es la mena principal del Oro; con respecto a los yacimientos de Oro nativo, los demás minerales de Oro, escasos y raros, y las piritas (S2Fe), tetraedritas, argentitas (SAg2) y galenas auríferas, quedan muy atrás. Los yacimientos se agotan rápidamente, por la avidez e intensidad con que se explotan, y así resulta que son pobres en Oro los países de antigua civilización.

La mayor parte del Oro de los criaderos auríferos se haya al estado de metal libre, finamente dividido. Cierta cantidad de Oro se encuentra en los sulfuros, Pirita y Mispiquel, en disolución sólida, sobre todo en algunos filones hidrotermales extrusivos.

Estadísticas y mercado:

En cuanto al mineral Oro, la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), calculó un total de inversiones de aproximadamente 1,7 mil millones de dólares hasta 1998.

Las estimaciones de la CVG indican que en el estado Bolívar existen aproximadamente 5 mil toneladas métricas de Oro que pueden explotarse en la superficie y otras 3 mil mediante minería subterránea.

Su producción cronológica registró 3,5 toneladas (MEM) en 1988 y Goldfields estimó 20 toneladas en ese mismo año; en 1992 su registro oficial subió a 8,5 toneladas, y se estimaron 11,7 según otras fuentes internacionales; seguidamente, en 1994 se registraron 10 toneladas, en contra de 13,7 que fueron estimadas por las fuentes no oficiales. Para 1999, la cantidad estimada fue cerca de la 15 toneladas.

Referencias:

BALESTRINI, C. (1959) Economía Minera y Petrolera, Caracas. Universidad Central de Venezuela.366 p.
CAMIVEN: 1999 FUE UN MAL AÑO PARA LA INDUSTRIA MINERA. Economía Hoy, Caracas, (Venezuela), 24/01/00.
GOLD, G. G. & J. JUBANY CASANOVAS. Atlas de mineralogía. s.l., Colección de ATLAS DE CIENCIAS, EDIBOOK, SA, 94 p.
KLOCKMANN, F. & RAMDOHR, P. (1955). Tratado de Mineralogía, Barcelona. Edit. Gustavo Gili S.A. 716 p.
MILOVSKI, A. V. & O. V. KÓNONOV. (1952). Mineralogía, Moscú. MIR. 319 p.
MINISTERIO DE MINAS E HIDROCARBUROS, DIRECCIÓN GENERAL (1963). La industria


Nombre: Yenny Zoraida Zambrano Morales
Asignatura: Circuitos de Radiofrecuencia
Fuente:

LOS METALES,Geología del oro en el mundo






Historia del oro en el mundo

El oro probablemente fue el primer metal que llamó la atención del hombre, ya que es uno de los pocos que se encuentran en la naturaleza en un estado relativamente puro y resiste la acción del fuego sin ennegrecerse o experimentar ningún daño. Por otra parte, como en el estado nativo suele tener una gran belleza, ello atrajo poderosamente la atención del hombre primitivo; a esta cualidad hay que añadir que, al revés de lo que aconteció con los otros metales, el oro no pierde su brillo en presencia del aire, es relativamente blando y puede trabajarse fácilmente con martillo, propiedad que les permitió hacer adornos, brazaletes, anillos y collares que se hallaron como restos en las tumbas del hombre neolítico. Al final de la época neolítica el hombre comenzó a sustituir la piedra por el metal; no se sabe como llegó a este resultado, pero es probable que recogiera los metales que aparecen puros en la superficie de la tierra, como el oro, la plata y el cobre.

Aunque el oro haya sido el primer metal que atrajo la atención del hombre, su utilización aún para ornamentos de carácter simple no fue alcanzado hasta tanto que el arte de fundirlo no fuera inventado en la edad de bronce. De todos modos el oro ha influido favorablemente en el progreso de la civilización pues el afán de poseerlo ha llevado al hombre a explotar y colonizar territorios.



En Egipto, a fines del paleolítico, seis milenios antes de nuestra era comenzó la edad del oro, no había empezado aun la primera dinastía faraónica, cuando los ribereños del Nilo, adornaban con mango de oro batido sus cuchillos de silex. El oro de Egipto en esa época provenía de Nubia, al sur del Sudan, donde los placeres auríferos cubrían extensas áreas cuadradas que fueron trabajadas hasta una profundidad de dos metros. Es muy probable que la minería de esos placeres auríferos, comenzara en esa región 600 años atrás y mas tarde en esa área se comenzó a trabajar en los filones auríferos. Los primitivos instrumentos utilizados en esos comienzos de la minería del subsuelo, fueron martillos de piedra y la roca aflojada por calentamiento directo por el fuego; una vez caliente se arrojaba agua fría provocando así el resquebrajamiento. Se han encontrado objetos de oro en tumbas egipcias de la edad de piedra. Los primeros trabajos mineros para la extracción de oro en Nubia que se tienen noticias, provienen de uno de los monumentos de la Cuarta Dinastía, referente a un minero lavando oro. En Egipto se han hallado los documentos más antiguos sobre el oro, ya que el signo que lo representa aparece en diversas inscripciones de la época de las primeras dinastías Mefíticas y no solo esto, sino que Egipto según parece ser fue la mayor potencia aurífera de los tiempos antiguos. Se desarrolló la metalurgia del oro y la técnica minera hasta alcanzar un nivel elevado durante la dinastía de los Ptolomeos tras la conquista de Alejandro Magno.

En China, se ha explotado oro durante milenios, la primera indicación de esta actividad está en los artefactos de la dinastía Shang (1765 A.c.). Más recientemente la minería de oro considerable se ha llevado a cabo en rocas del Arqueano-Proterozoico y en los terrenos más jóvenes en Shandong, Yunnan, Kansu, Szechuan, y otras provincias.

En Corea, la minería de oro es igualmente una tecnología antigua que se remonta por lo menos al principio de la era cristiana, en distritos mineros como Unsan, Nurupi, Sak Ju, y Sen Sen.

En Japón, la búsqueda de oro se remonta antes de la era cristiana; a juzgar por las evidencias arqueológicas se introdujeron los métodos de buscar y minar el metal probablemente de Corea. La mina Sado, en Isla Sado, en el Mar de Japón, la más grande productora de oro y plata en Japón, se descubrió en 1542 y ha estado produciendo sin interrupción desde ese tiempo.

En India, la minería de gran escala, en India, empezó con la colonización de Mauryan de Deccan, a finales siglo IV a.C. Se cree que el descubrimiento del campo de Kolar fue al principio de la era Cristiana, probablemente en el campo de Hutti al norte. La minería moderna de la veta famosa Champion Lode en el campo de Kolar, se redescubrió en 1873 y aproximadamente en 1880 empezó la explotación y ha continuado desde esa fecha.

En Mesopotamia, el oro era conocido y explotado antes de ser conquistada hacia el año 2000 a.C. Se ignora si de parte de Caldea procedía el oro; Persia, Armenia y Fenicia fueron productores de oro mucho antes de nuestra era; Persia era rica en metales preciosos, Ciro y Darío en el siglo VI A.c. reciben tributos en forma de oro hasta el punto que alcanzaron un gran poder tanto en el interior como el exterior del país. Los Fenicios obtenían su oro valiéndose de transacciones con los pueblos que visitaban; el mismo Heródoto relata, que los cartagineses navegaban por la costa occidental de África a fin de cambiar sus mercancías por oro en los pueblos ribereños.

En Grecia, en los tiempos arcaicos y clásicos algunas de las islas Egeo especialmente: Tasas, Samotracias, Imbros, Lammos, las regiones costeras y Macedonia fueron las principales fuentes de oro para el mundo Griego. Los griegos clásicos aparentemente obtenían oro de Asia Menor. En el año 353 a.C., Genofontes señalaba que los registros mas antiguos de las minas de oro de Grecia se perdían en la más remota antigüedad; en Creta el arte de trabajar el metal aparece con las piezas del tesoro de Midas durante el minoico. Con el objeto de satisfacer la demanda se importaba oro de Egipto, Tracia es famosa por sus minas de oro, gracias a ella Pisitratos, hacia 550 a.C hallándose en el exilio adquiere una notable fortuna.

Los Romanos, explotaron las mismas fuentes de los griegos, descubriendo nuevos yacimientos en España, El Danubio y Bretaña. El oro griego de Dacia fluyó todo el tiempo durante el control del emperador Trajano. En el siglo IV d.C. aumentó la circulación del oro particularmente en la forma de moneda; este incremento probablemente se debió a la época de Constantino cuando se insistía que el pago de los impuestos y otras deudas al gobierno se efectuaran en oro. La civilización romana estableció importantísimas explotaciones de oro, que después de la ruina de Cartago, llegan al mas alto grado de su apogeo, a juzgar por los restos que de aquellos prodigiosos trabajos que todavía quedan; todo ello revela que la industria del oro era muy floreciente en esa época. Sin embargo, para comienzos del siglo V vinieron las invasiones bárbaras y con ellas el derrumbamiento del Imperio, esto fue un grave golpe contra la industria del oro, que durante mucho tiempo quedó reducida a la simple explotación esporádica de algunas arenas auríferas. En el lapso del siglo V d.C. al siglo VIII d.C. decayó el suministro de oro de las minas en el occidente de Europa, aún cuando existía suficiente metal en el mercado para mantener la continuación monetaria de oro entre Francia y España. El oro cae en la oscuridad y se interrumpe su comercio hasta después de la invasión árabe, cuando recobra un poco de vida; en esta oscuridad la industria del oro se mantendrá por espacio de un milenio. La conquista de los árabes en el Medio Oriente (Persia-Siria) en el siglo VII d.C. se refleja de inmediato en el establecimiento de la moneda de oro de gran pureza (97%), que circula con gran profusión en Europa Occidental.

En América, en su descubrimiento, a fines del siglo XV se inaugura la Edad Moderna, vuelve a abundar el metal, en algunos países de América (México, Perú, Bolivia y Chile) se produjeron grandes cantidades de oro que enriquecieron las capitales de Europa durante los siglos XVI, XVII y XVIII. En Norte America la producción comienza en el siglo XIX en los Estados Unidos; en Carolina del Norte en 1801 y en Georgia en 1829. En 1846 ocurrió el sensacional descubrimiento de oro de placer en California, que culmina con la gran “fiebre del oro “ de 1849. La producción se duplica y hacia 1853, los Estados Unidos se habían convertido en el principal productor de oro en el mundo, posición que conserva por espacio de aproximadamente 50 años. En Canadá los mayores descubrimientos de oro se encuentran en la Provincia de Ontario.

En Rusia, ha sido por mucho tiempo una fuente legendaria de oro. En Georgia, la tierra de Cotchis en el río Phasis -el Rioni moderno- reporta haber proporcionado grandes cantidades de oro, al igual que Persia donde se ha obtenido mucho oro de los scitianos, así como de varios iraníes y otras tribus que habitaron la región de Ural-Uzbek-Altai, donde el camino dorado a Samarkanda era ya conocido siglos antes de Cristo.
Con el tiempo el monopolio de la minería de oro se volvió exclusividad de los Zares Imperiales, ellos explotaron los extensos depósitos aluviales y vetas primarias en los Urales, empezando aproximadamente en 1774 y después en muchas partes de Siberia, sobre todo en la región de Altai, donde se minaron los depósitos aluviales ya en 1820. En 1829, el depósito aluvial de Lena se explotó primero y en 1840 los aluviales de Yenisei entraron en producción. Se trabajaron al parecer primero los depósitos aluviales en el sistema del desagüe del Amur, alrededor de 1867, y en el área marítima del Lejano Oriente parecen haber sido explotados alrededor de 1870 o antes.


En años recientes, muchos más distritos de oro, depósitos aluviales y primarios (como el caso de Muruntau, Uzbek) se han desarrollado y se ha incrementado la producción, convirtiendo a la antigua Unión Soviética en el segundo productor más grande de oro en el mundo después de Sudáfrica. No obstante, desde que la nueva Rusia abolió la red de campos de trabajo forzado de prisioneros políticos y de guerra, muchos de estos depósitos no son económicos para la minería.

En Australia, en 1851 se hizo un gran descubrimiento algo similar al de California, lo cual contribuyó en ascender la producción de oro en el mundo en más de seis millones de onzas, en el lapso de 1850 a 1860. Esta producción declinó rápidamente hasta 1891.

En África Oriental, entró en Europa ya en el siglo X d.C., la mayoría de este oro venía por caravanas del Sahara a Barbary y después a Europa, y sus fuentes originales fueron los reinos de Ghana, Malí, y Songhai. Se dice que mucho de este oro vino de una región conocida como Wangara (un afluente del Río Senegal, notorio por sus depósitos aluviales), pero considerando la larga distribución de oro en África Oriental parece probable que el oro haya tenido una fuente mucho más extendida. Los primeros visitantes y exploradores fueron los portugueses, seguidos pronto por empresarios ingleses, franceses, holandeses, dinamarqueses y españoles.

Se cree que anualmente más de un cuarto de un millón de onzas de oro llegó a Europa de fuentes africanas durante los siglos XV y XVI, basado principalmente en el trabajo de los nativos africanos, los numerosos depósitos de oro, primarios y aluviales, se redescubrieron durante la última parte del siglo XIX a lo largo de Senegal, Guinea, Sierra Leona, Ghana, Nigeria, y las otras naciones de la Costa del Oro. Se desarrollaron los depósitos en los conglomerados auríferos Precámbricos de Tarkwa a Ghana de una manera moderna durante el periodo 1876-1882 por Pierre Bonnat, el padre de la minería de oro moderna en la Costa del Oro. En 1895, la Ashanti Goldfields Corporación empezó trabajos en el distrito de Obuasi de Ghana, desarrollando los depósitos de Ashanti y otras minas de las que han producido una gran proporción de oro, desde 1900 en los países de la Costa del Oro.

En Zimbabwe los nativos trabajaron los depósitos de oro quizás desde el principio de nuestra era. La exploración antigua en las zonas oxidadas de depósitos del Precámbiano (Arqueanos) fueron desarrollados después por métodos mineros modernos, al principio del siglo pasado. La mina de Gaika se desarrolló en 1894, Globe y Phoenix en 1895-1900, El Dorado en 1905, Antelope en 1908, Cam y Motor en 1909, Shamva en 1909-1910, y numerosas otras durante el período 1895-1911.

En Sur Africa, se realiza el descubrimiento del “Gran Rand “, en 1896, una breve reseña histórica del oro en esta región, señala que ella ha dominado la producción de oro en el mundo en todo el siglo XX. El total acumulado desde 1900 a 1979 ha sido de 36.250 toneladas métricas de oro, habiendo alcanzado su máxima producción en el año 1970, con un total de 1000 toneladas métricas de oro para ese año. Esta producción según datos estadísticos representa aproximadamente el 75% del total producido mundialmente, es decir que el mundo produjo aproximadamente 48.500 toneladas métricas de oro en el lapso mencionado entre 1990 a 1979.

En Brasil, la consecuencia más importante de las expediciones entre 1690 y 1800 fue el descubrimiento de yacimientos auríferos al mismo tiempo que la fiebre del oro convocó a miles de personas que habían quedado ociosas en las plantaciones costeras, lo que también atrajo inmigración nueva desde Portugal.

En el contacto con los indígenas los extranjeros se dieron cuenta de que algo muy valioso se escondía en las entrañas de Brasil. Al igual que en otras zonas de Sudamérica, no faltaron historias sobre una tierra distante donde el oro brotaba en el lecho de los ríos (el Dorado). Entre esas historias estuvo la de Sarabuçu una montaña en cuya cima podrían quitarse piedras de colores magníficos, verde y azul. En total casi 1.000 toneladas de oro fueron extraídos de la región entre 1700 y 1800. El incremento de la minería en Brasil fue un importante desarrollo que influyó en el curso de los acontecimientos. Fue consecuencia de la fiebre del oro el incremento en la cría de ganado para proveer de carne y cuero a los centros mineros, además de las nuevas ciudades emergentes que se formaban en lo que es hoy el Estado de Minas Gerais.



Nombre: Yenny Zoraida Zambrano Morales
Asignatura: Circuitos de Radiofrecuencia
Fuente:

LOS METALES,¿Por qué oponerse a la minería de metales?


Los defensores interesados de la minería (y en general de los megaproyectos) tienen un pensamiento tan cerrado, que solo pueden entender la oposición a estos proyectos, afirmando que los supuestos "eco-histéricos" se están "enriqueciendo" con ello. Tampoco pueden aceptar que las comunidades se movilizan por si mismas, sin manipulación, al ver violados sus derechos o al percibir con sus propios ojos los daños causados al medio natural.

Por Camilo Salvadó *, AVANCSO


Razones económicas

Es frecuente encontrar en los medios de comunicación, expresiones de duda y desconfianza frente a la activa oposición que muchas comunidades campesinas e indígenas, y sus aliados en el movimiento social, han mantenido desde hace años ya, en contra de la explotación minera y petrolera, la construcción de grandes hidroeléctricas y los megaproyectos (mega plantaciones, supercarreteras y otros).

Centrándonos en la minería de metales, podemos ver como en muchos casos -no en todos- se trata de un discurso fabricado por grupos vinculados a las empresas, que ven sus inversiones y ganancias "en peligro". Estos grupos de interés no quieren entender las razones de las comunidades y sus aliados para oponerse a la "generación de riqueza"; y solamente ven "eco-histéricos" con agendas ocultas o campesinos "manipulados" por aquellos.

Los defensores interesados de la minería (y en general de los megaproyectos) tienen un pensamiento tan cerrado, que solo pueden entender la oposición a estos proyectos, afirmando que los supuestos "eco-histéricos" se están "enriqueciendo" con ello. Tampoco pueden aceptar que las comunidades se movilizan por si mismas, sin manipulación, al ver violados sus derechos o al percibir con sus propios ojos los daños causados al medio natural.

Para comprender los motivos de comunidades y organizaciones para oponerse a la minería de metales, no podemos hacerlo sólo desde la lógica de la economía capitalista. La razón es simple: ningún problema debe entenderse sólo desde uno desde uno de sus ángulos. Por ello se intentará abordar la cuestión de la minería desde el campo de la ecología política, que a nuestro juicio integra elementos económicos, ambientales y políticos.

La mayoría de posturas favorables a la minería -por ejemplo el reciente informe del CIEN "Contribución de la industria minera al desarrollo de Guatemala"- solamente ven esta actividad desde el punto de vista de la riqueza que genera, y sostienen que la minería, por el mero hecho de su existir, tiene un "efecto derrame" sobre el resto de la población (digamos por la vía de empleos o inversiones privadas).

Este argumento es falso, ya que la riqueza generada a partir de la extracción, procesamiento y venta de oro y de otros metales estratégicos (como el uranio), es y será solo para la minera. El "efecto derrame" no existe, a menos que llamemos así a: a) las inversiones que toda empresa hace para desarrollar su actividad, como los pocos empleos para especialistas extranjeros. b) el derrame de dólares que solo alcanza a los accionistas, pero no a las comunidades afectadas, o c) el potencial derrame de cianuro en las fuentes de agua.

Estas afirmaciones no se basan en prejuicios o mentiras, sino en la observación de la realidad minera pasada (El Estor, San Ildefonso Ixtahuacán) y presente (Sipakapa, San Miguel Ixtahuacán), que demuestra claramente que la inversión privada nunca se ha convertido en un mejornivel de vida para las poblaciones cercanas a la explotación, mientras las empresas perciben cada vez mayores ganancias: la onza de oro superó los 1,100 dólares este mes.

La posición que favorece la minería sólo desde argumentos económicos, también tiene una postura errada sobre los impactos ambientales. En el peor de los casos, los niegan y en el "mejor" caso los consideran "externalidades", que deben asumir las comunidades pero no la minera. Incluso se afirma que "toda actividad humana tiene impactos en el entorno" (lo cual es cierto, pero no puede compararse el impacto ambiental de una milpa familiar con el de una gran empresa minera o petrolera).

Incluso dentro de las posturas opuestas a la minería, es frecuente encontrar argumentos igualmente centrados en lo económico (en especial en el tema de las regalías). Por supuesto, esta cuestión es crucial. Desde ningún punto de vista puede considerarse como justo que la minera se quede con el 99% de las ganancias y el restante 1% se divida entre el gobierno central y el gobierno local, sin que una gota llegue a alcanzar a las comunidades más pobres.

Pero, aún aumentando las regalías (y aunque la mentira del "efecto derrame" fuese cierta), la minería de metales sigue teniendo graves impactos ambientales que no entran en ningún cálculo económico. Centrar el debate solamente en perspectiva de las "ganancias", la "riqueza" y el "oro" (aún posicionándose a favor de las comunidades) es limitar la discusión al mismo terreno en el que quieren ubicarlo los defensores de la minería.

Debe debatirse seriamente si es mejor prevenir los impactos ambientales y sanitarios, o dar una pequeña compensación monetaria a quienes los sufren. Estas son cuestiones que podrían abordarse en una nueva ley de minería. Una ley que, aún aumentando las regalías (digamos a un 50%), no se centre solo en el tema económico, y que no vele solamente por las empresas sino también, y sobre todo, por las comunidades y la
naturaleza.

Por último, también resulta urgente que el gobierno proporcione alternativas de producción y sobrevivencia a las comunidades para que no caigan en la trampa de los falsos "empleos". O en todo caso, si considera que ése no es su papel o que no tiene suficientes ingresos para ello, debería dejar espacio y dar facilidades a las comunidades para que ellas mismas construyan sus propias alternativas económicas frente a la minería.

Razones ambientales

Cuando se habla de los impactos ambientales de la minería, no nos referimos simplemente a que se esté "arruinando el paisaje" (Siglo XXI 16/07/09), sino a cuestiones mucho más serias, que tienen a su vez implicaciones en la economía, la salud y la alimentación de las comunidades cercanas a las minas. Tal es el caso de Valle de Siria en Honduras, donde se han denunciado muchos efectos nocivos en la salud de las poblaciones cercanas.

En Guatemala, los voceros de la mina Marlin continúan negando que la actividad de la misma tenga algún tipo de impactos ambientales, pese a que ya están comprobados sus efectos en la salud de los habitantes de las comunidades cercanas y en trabajadores de la mina (erupciones en la piel por contaminación de la sangre con cobre y arsénico), así como el hecho de que se han secado ya 40 pozos de agua comunitarios (Diario de Centroamérica, 11/03/09).

Por otro lado, está la deforestación asociada a este tipo de industria (que resulta innegable), ya que la minera requiere, en primer lugar de talar los árboles de la zona, y en segundo lugar de literalmente "moler" la montaña, para separar la tierra de los metales, utilizando para ello maquinaria pesada (extracción a cielo abierto) y químicos venenosos (lixivación con cianuro de
sodio), lo que implica la destrucción y contaminación tóxica del suelo.

Con esto nos referimos a que los suelos donde se ha practicado la explotación minera de metales a cielo abierto, tal como hoy se practica, no podrán ser utilizados para cultivos o para reforestación, teniendo impactos a largo plazo en la alimentación de las comunidades. Consideremos además que para obtener el oro necesario para fabricar un solo anillo de 18 kilátes, se necesita generar
hasta 20 toneladas de desechos sólidos.

Otro impacto ambiental muy serio es sin duda en el agua. Recordemos que el impulso a la minería se da sobre todo en las cuencas altas, donde, por razones geológicas, están los mayores yacimientos de oro y otros metales con valor estratégico. Pero es también en las cuencas altas donde están la mayoría de nacimientos de agua, por lo que la deforestación, la sobre explotación de las fuentes de agua y la destrucción del suelo interrumpen el proceso de recarga hídrica.

Como se indicó, el agua explotada por la mina Marlin es envenenada con cianuro y otros químicos durante el proceso de lixivación; luego es embalsada en un agujero llamado pomposamente "represa de colas", que no impide la filtración de los químicos a las aguas subterráneas. En Honduras y otros países se han documentado accidentes por derrames y roturas de estas "represas". En Guatemala ya ha habido varios derrames de camiones con cianuro, que además ha sido introducido al país sin pagar impuestos (Prensa Libre, 30/06/09).

La cuestión del agua no sólo es preocupante desde el punto de vista de sus impactos ambientales, en la salud de los seres vivos y en la alimentación. También es a todas luces injusto que las mineras puedan explotar de forma totalmente gratuita hasta 250,000 litros de agua por hora, la misma cantidad que una familia campesina podría consumir en unos 22 años (en teoría, si es que
tuviera acceso a agua potable y entubada).

Cuando se debate el tema de la minería de metales, existe la necesidad de prestar al tema ambiental por lo menos la misma atención que se da al tema económico. Después de todo, recordemos que la postura a favor de la minería por lo general niega dichos impactos ambientales.

Entre los grupos opuestos a esta industria extractiva, abundan las críticas centradas solamente en lo ecológico (ignorando o tomando en cuenta superficialmente el tema económico). Esta posición, si bien puede sostenerse desde el punto de vista de la ética de la vida, con frecuencia tiende hacia una visión idealizada de la naturaleza y de las comunidades campesinas, ignorando las condiciones de pobreza y explotación en que cotidianamente sobreviven.

De forma similar, las críticas centradas solamente en el tema económico, pierden de vista no solo los vínculos directos entre ambiente y economía, sino también que los impactos ambientales en si mismos, son razones de peso suficientes para oponerse a la minería de metales. Es preciso que las críticas no se centren sólo en el tema de las regalías, pues incluso si estas aumentaran, esto no eliminaría los impactos ambientales.

Razones políticas

Al tomar posición a favor o en contra de la minería de metales, generalmente se hace desde la economía o la ecología. Otro punto de vista aún no explorado a fondo, es político. Con ello no nos referimos a la ideología del gobierno de turno, pues desde los abiertamente neoliberales PAN, GANA), hasta los que navegaron bajo otras banderas (DCG, FRG, UNE) han dado su apoyo abierto o velado a la minería y han usado -con distintos matices-el discurso de la misma como "motor del desarrollo".




El gobierno actual no llega al extremo neoliberal de negar los impactos ambientales de la explotación minera. Sin embargo, al sostener que éstos pueden minimizarse, oculta el hecho de que no se deben a "errores" o "excesos" de las empresas, sino son parte del proceso normal de la extracción minera.



Parece que al gobierno sólo le importan las necesidades de las empresas pero no de las comunidades impactadas o amenazadas por las actividades extractivas. Solo así se explica que la transnacional Goldcorp (dueña de Montana Exploradora y de la mina Marlin) pueda proseguir con sus actividades, pagando el mismo 1% de regalías, pese los señalamientos de comunidades, organizaciones y del mismo Ministerio de Ambiente sobre los negativos impactos ambientales y económicos.

Los apóstoles del "libre mercado", la "creación de empleos" y el "efecto derrame", seguro sintieron mucha "seguridad para la inversión" cuando personal de la mina Marlin impidió el acceso al Alcalde de Sipakapa, quién pretendía tomar muestras del agua de la represa de colas (Prensa Libre 17/03/08), o cuando el Ministerio de Ambiente fue obligado a dar marcha atrás en sus acciones por el ingreso de cianuro libre de impuestos y controles ambientales (Prensa Libre, 30/06/09).

Como era de esperarse, frente a las consultas comunitarias en contra de la extracción minera y petrolera, mega hidroeléctricas y otras actividades similares, el gobierno actual adoptó la misma posición que el anterior. Al igual que la GANA, la UNE no hareconocido la validez ni ha acatado los resultados de las 24 consultas comunitarias realizadas durante su gestión, y replica el discurso de la "oposición al desarrollo", los "indígenas manipulados" y la "ingobernabilidad".

Pero las consultas comunitarias no pueden ni deben verse solo bajo ese lente. Más bien debemos preguntarnos: si realmente vivimos en una democracia (débil e insuficiente, pero democracia al fin) ¿por qué no se han respetado los resultados de las 51 consultas comunitarias realizadas desde
el año 2005? ¿Será que más de medio millón de votos (600,800) en contra de la minería y los megaproyectos no tienen ningún valor ni peso político? ¿Acaso la democracia y las votaciones
solo importan en temporada electoral pero no cuentan en el día a día?

El tema de las consultas comunitarias también se relaciona con el controvertido Convenio 169 de la OIT sobre derechos de los pueblos indígenas y tribales. Este convenio, firmado por el gobierno del neoliberal PAN, en 1996 (solo para aprobar un año después la actual Ley de Minería) obliga, entre otras cosas, al gobierno y a las empresas, a informar y consultar a las comunidades antes de conceder las concesiones y de iniciar los proyectos, lo cual nunca se ha cumplido.

Dado que el Convenio 169 establece procesos de información y consulta previa a las comunidades, y que las consultas comunitarias se han celebrado muchas veces después de la concesión de los proyectos, algunos analistas han argumentado que las consultas no solo serían ilegales sino además
violarían ellas mismas el mencionado convenio (Siglo XXI 25/09/09), argumento que no solo resulta claramente interesado, sino incluso absurdo.

Primero, las consultas comunitarias celebradas son una forma de protesta pacífica, contra la violación de derechos humanos contenidos o no en el mencionado convenio. En ese sentido,
varios relatores de la ONU han señalado claramente la extracción minera como causa de graves violaciones a los derechos y libertades específicos de los pueblos indígenas, y de los campesinos en general (por ejemplo, el derecho a la alimentación y a la tierra).

Segundo, las consultas definidas en el Convenio 169 no se parecen a los desayunos con video publicitario incluido practicados por las empresas. Por el contrario, las consultas a las comunidades deben llevarse a cabo, "de acuerdo a sus propias costumbres y tradiciones, de forma participativa y
libre" (artículo 6). Las consultas realizadas por las comunidades son una muestra evidente y vida de dichas "costumbres y tradiciones"; es decir, son la forma en que se han tomado decisiones comunitarias importantes desde hace siglos.

Tercero, es cierto que las consultas comunitarias han invocado el Convenio 169 (con excepción de Río Hondo, mayoritariamente mestizo), pero también se basan en artículos vigentes de la Constitución Política, el Código Municipal y la Ley de Descentralización. Más allá del tema legal, existe la obligación moral de respetar los resultados de estos procesos comunitarios de diálogo, consenso y toma de decisiones.

Por último, con o sin Convenio 169, con o sin reglamento o ley específica para su aplicación, las consultas comunitarias deben entenderse y acatarse como formas válidas, democráticas y pacíficas de resistencia, y como un claro mensaje al gobierno, las empresas y la sociedad: "NO QUEREMOS MEGAPROYECTOS EN NUESTROS TERRITORIOS" ¿Esacaso un mensaje tan difícil de entender?

(*) Investigador de la Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales -AVANCSO-, Guatemala. Las partes del artículo fueorn editoriales del Noticierto Maya K'at de la
Federación Guatemalteca de Educación Radiofónica -FGER-del 16 y 22 dic. 2009 y 19 ene. 2010 www.fger.org



LOS METALES, El oro americano

La explotación de varias minas permitió a Cortés los
2.000 ducados con que se organizó la conquista de Nueva España. En su reparto de tierras había dicho que no había llegado a La Española a labrar la tierra sino a buscar oro. Sabemos que desde 1503 hasta 1510 llegaron unos 5000 kilos de oro a Sevilla y más de 9000 entre 1511 y 1520, como cantidades legalmente transportadas según consta en los registros de la Casa de Contratación, conservados en el Archivo General de Indias. Si se añadiese el que llegó entre 1493 y 1502, y el que se trajo de contrabando, la cifra total desde 1493 hasta 1520 ascendería a unos 30.000 kilos.


Ubicación de las principales minas:

Los yacimientos de Nueva España, de Nueva Granada y de Perúproporcionaron cantidades cuyas cuantías nos son conocidas gracias a recientes investigaciones, como las de Te Paske. Ya en el siglo XVIII, los yacimientos brasileños añadirán una importante corriente
de oro del Nuevo al Viejo Mundo. Los yacimientos de plata se hallaron en Nueva España y se explotaron entre 1546 y 1556. Los más famosos son los de Zacatecas, Guanajuato, Pachuca, Real del Monte y Sombrerete. En algunos de ellos se alcanzará la máxima producción en el siglo XVIII. Las minas de Porco, lo mismo que otras que hallaron los castellanos en tierras de Perú, estaban abiertas, y a la vista las vetas de donde se sacaba el mineral. Las que se hallaron en el Cerro del Potosí fueron descubiertas en 1547. Comenzó la explotación, por su parte alta, en cinco vetas riquísimas.
Fue tan grande su fama que "de todas partes comarcanas venían indios para sacar plata". El padre Acosta calculaba que en su tiempo se vendrían a sacar cada día "obra de t
reinta mil pesos". También se extraía plata "que no era marcada ni quintada", y que solía ser "toda la que andaba entre indios". Llega a la conclusión de que "el tercio de la riqueza del Potosí, si ya no era la mitad, no se manifestaba ni quintaba".

Presentación: Polvo, pepitas y filones:

Los alquimistas estuvieron durante siglos buscando sin conseguirlo la piedra filosofal que transformara los metales en oro. El oro se presenta en formaciones rocosas y en depósitos aluviales o placeres, que pueden ser de origen reciente y estar cerca de la superficie, o profundos y antiguos y hallarse cubiertos con rocas depositadas posteriormente. En los placeres, el oro metálico aparece mezclado con guijos, arena o arcilla, al haber sido transportado desde su lugar de origen por la acción del agua y depositado en su nuevo emplazamiento por acción mecánica, por deposición química o por una y otra. En los depósitos aluviales se presenta en fragmentos de tamaño variable desde el de partículas pulverulentas hasta el de grandes pepitas. Los depósitos auríferos que desencadenaron las riadas humanas hacia California, Australia y Alaska, eran aluviales, al igual que los yacimientos de los Urales en Siberia. En la más importante fuente de oro de Africa del Sur, que produce la mayor parte de las existencias mundiales de este metal, aparece formando venas o filones.

Cantidades llevadas a Europa:

Conocemos las cantidades de oro y plata llegadas a Sevilla desde 1503 hasta 1660 gracias a las investigaciones de Earl J. Hamilton. Llegaron, entre los años señalados, oro y plata por valor de unos 448 millones de pesos de 450 maravedíes. De esa cifra total, unos 330 millones correspondieron a particulares. El resto -117 millones, más de la cuarta parte-, a la Real Hacienda. Medida en peso, la cuantía de los metales preciosos que vinieron de América ascendió a unos 17 millones de kilos de plata y a 181.000 de oro (siempre entre 1503 y 1660).

[...] Según Braudel, el almacenamiento de oro en Europa en 1500 vendría a ser de unas 5.000 toneladas. El de plata, de 60.000. El metal precioso de procedencia americana habría añadido 18.000 toneladas de plata y 200 de oro, entre 1500 y 1650. El almacenamiento inicial se habría duplicado sólo a comienzos de del siglo XIX al alcanzar la cifra de 160.000 toneladas de equivalente en plata. Las cantidades de metales preciosos llegados a Europa procedentes de América se acrecientan durante el siglo XVIII: al de las Indias españolas se sumó el oro brasileño de Minas Gerais. Aumentaron también las cantidades de oro extraídas tanto en Nueva España como en Nueva Granada. El oro obtenido en as Indias pasó de un valor medio anual de unos seis millones de pesos de 272 maravedíes en el siglo XVII a 22.468.000 entre 1701 y 1810 (como media anual).(Gonzalo Anes)

Influencia sobre los precios en Europa:

En Europa el oro y plata circularon en mayor cantidad a pesar de la parte empleada en la importación de productos del Oriente. Como ese aumento fue superior al de la producción de bienes y servicios, tendieron a aumentar los precios y los salarios, sobre todo en España.

El oro viene ocupando un papel mítico en el desarrollo de la economía de cambio, desde hace ya varios milenios, constituyendo, por lo tanto el pivote fundamental de la vida comercial de los pueblos. Este papel, en el más estricto sentido de la palabra, se ha mantenido hasta la I Guerra Mundial en que prevalecía el sistema de patrón-oro o gold standard, que consistía en la convertibilidad total entre el oro y los billetes en circulación. En este sistema, el oro era el único medio de efectuar las liquidaciones entre los bancos centrales. Las entradas o salidas de oro repercutían en el equilibrio interno modificando la oferta monetaria y, consecuentemente, los precios, es decir, que al bajar los precios aumentaban las exportaciones y disminuían las importaciones y, al subir los precios, ocurría el fenómeno inverso. Al darse este hecho en todos los países, el equilibrio internacional tendía a restablecerse automáticamente. (J.Dorao)

Importación de oro propiedad de particulares (60%) y de la Corona (40%):

Los cargamentos de metales preciosos que llegaban a Sevilla pertenecían, en parte, a la Corona, y en parte a particulares. De acuerdo con las leyes promulgadas por Alfonso X y Alfonso XI, todas las minas descubiertas en tierras pertenecientes al patrimonio real era considerada como parte integrante de éste, pero los riesgos y las dificultades inherentes a la explotación de las minas americanas indujeron a la Corona española a renunciar a sus derechos y a arrendar o transferir aquélla, a cambio de una participación en los beneficios, fijada finalmente en una quinta parte. Parece ser que la Corona se quedaba con cerca de un 40% del total de los cargamentos de metales preciosos que llegaban a Sevilla, ya que estos beneficios procedían en parte de los intereses citados y en parte a las sumas enviadas en pago de las contribuciones introducidas por la Corona en las Indias. Una parte de las importaciones pertenecientes al sector privado era propiedad de particulares que habían hecho fortuna en el Nuevo Mundo y regresaban con ella a España, pero probablemente la mayor parte del oro y la plata fuese remitido a los comerciantes sevillanos por sus colegas americanos, para pagar los cargamentos enviados al Nuevo Mundo, ya que, a pesar de que la posteridad se ha fijado casi exclusivamente en las espectaculares importaciones de metales preciosos, el comercio español con las Indias fue siempre bilateral. (Helliott)


Cortés encuentra el oro de Moctezuma:

Los españoles, mientras tanto, iban estudiando el terreno y pronto observaron que en una parte de los viejos muros de aquella estancia se veían huellas recientes de argamasa, y con la experiencia adquirida por muchos hallazgos sospecharon al punto que allí se ocultaba una puerta. Y aunque por el momento eran huéspedes del emperador, sin
el menor escrúpulo de conciencia comenzaron a derribar el muro.

Pronto descubrieron, en efecto, una puerta, que abrieron inmediatamente, y fueron
en busca de Cortés. Cuando éste echó una mirada a la estancia recién abierta tuvo que cerrar los ojos. Se hallaba ante una sala llena de las más ricas telas, de joyas, de toda clase de enseres preciosos, y plata y oro, no solamente en objetos maravillosamente labrados, sino en lingotes. Bernal Díaz, el cronista, escribe: "Yo era muy joven y me parecía que todas las riquezas del mundo se hallaban en aquella estancia". Estaban ante el tesoro de Moctezuma; mejor dicho, el del padre de Moctezuma, aumentado por las adquisiciones del hijo. Cortés demostró gran inteligencia al ordenar que fuera tapada inmediatamente la puerta, pues él no se hacía ilusiones respecto a lo arriesgado de la situación.


Cuando Cortés hubo hecho prisionero a Moctezuma, ya no vio motivo alguno que le impidiera tocar el tesoro. El infeliz emperador intentó conservar su dignidad manifestando que regalaba todo aquel tesoro al gran soberano de Cortés -a su Majestad hispana-, uniendo a ello el juramento de ser su fiel vasallo, cosa que no representaba gran mérito habida cuenta de su situación. Cortés mandó a trasladar el tesoro a una de las grandes salas, para valorarlo. Los españoles tuvieron que construir ellos mismos las balanzas y pesas, pues los aztecas, grandes
matemáticos,no conocían los sistemas de peso ni el valor total.
Y así hallaron que era de unos 162.000 pesos oro, suma que, según cálculo hecho el siglo pasado, equivalía a unos 6.300.000 dólares. En el siglo XVI era esto una cantidad tan fabulosa que podemos suponer con bastante fundamento que ningún soberano europeo tenía atesorada tal suma en aquella época. ¿Era extraño, pues, que los soldados se volvieran locos al calcular su participación proporcional?. Pero llegado este momento, Cortés se opuso a una participación igualitaria. ¿Era injusto? Por lo menos fue hábil. Desde luego, él había marchado a Ultramar por encargo de su Majestad el rey, que con razón tenía derecho a una participación; pero él, Cortés, había equipado los barcos con su dinero, contrayendo muchas deudas que un día tendría que pagar. Por eso, Cortés dispuso que una quinta parte del tesoro correspondería al rey de España, otra quinta parte a él; otra quinta parte la reservaba a Velázquez, como gobernador que era, y para aplacarlo, ya que no había obedecido sus órdenes, huyendo de su jurisdicción con todos los barcos; otra quinta parte, para los caballeros, artilleros, arcabuceros, ballesteros y la guarnición que había dejado en la costa de Veracruz. Quedaba, pues, una quinta parte para repartirla entre los soldados, a cada uno de los cuales tocaba 100 pesos oro. ¿Aquello era una miseria para lo que habían hecho, una limosna para quienes habían contemplado todo el tesoro! (C.W.Ceram. Dioses, tumbas y sabios)


La flota refugiada en Rande (1702):

El traslado de la plata. Por Manuel Touron Yebra:
El 27 de septiembre de 1702, cinco días después de que fondeara en la Ría de Vigo la flota procedente de Nueva España, el Consejo de Indias expedía unas detalladas y precisas instrucciones sobre la forma en que se debería desembarcar la plata que en ella venía y las estrictas comprobaciones que deberían hacer el Príncipe de Barbanzón, el conde de Chateaurenaud y los Diputados del Comercio de Sevilla. Esta decisión del Consejo, que se producía ya con un cierto retraso, estaba inspirada en las recomendaciones que Barbanzón había formulado a la reina, temeroso de un ataque enemigo y sin querer aceptar la gran responsabilidad que suponía decidir por su cuenta la descarga de la plata. Con la autorización real y conociendo que el Consejo de Indias había comisionado al consejero don Juan de Larrea para que supervisara la operación y dispusiera lo que creyera conveniente, el mismo 27 de septiembre, Barbanzón comunicó al Reino y especialmente a la provincia de Tuy, que de inmediato se iniciaría el desembarco de la plata y ordenó la comparecencia en Redondela, punto de descarga, de quinientos carros para transportar la plata, pues los anteriores ya estaban cargados, por lo que no tendrían detención alguna y además recibirían por adelantado la paga de un ducado por legua. Estas actuaciones de Barbanzón, plenamente documentadas, concuerdan con la cronología recogida en el Memorial enviado al rey después de la batalla y que, en definitiva, viene a confirmar que en el momento del ataque enemigo se había logrado desembarcar la mayor parte de la plata y algunos géneros, pero la mayoría de éstos se encontraban aún en los galeones y su pérdida fue inevitable. En realidad, y pese a que Barbanzón había informado a don Juan de Larrea el 14 de octubre que toda la plata estaba desembarcada (probablemente el príncipe estaba convencido de ello), la situación era muy distinta a causa del fraude que existía en el comercio de Indias. La actuación de Larrea durante la batalla así lo confirma:

... inmediatamente que vi este funesto suceso (el ataque enemigo) que dista desde la parte que sucedió aun no quarto de legua a Redondela donde me hallava travaxe con incesante desvelo aque saliese de ella la plata que de diferentes particulares se sacaron de las naos pocas oras antes de su fatal paradero, y en medio de la confusión, griterío y lamentos que se experimentavan por todas sus calles, conseguí se librase toda la mayor parte de ella y que se conduxese aun Monasterio de Religiosos Bernardos llamado Melón,

Un posterior informe del consejero de Indias incide en las mismas cuestiones: ... ordenó este General (Chateaurenaud) se quemasen todos los navíos, como se efectuó, excepto algunos, que por haverles faltado las minas de la polvora no se prendieron, con que lograron los contrarios hazer buena presa en grana, algún dinero y plata labrada... Parece evidente que, en contra del informe oficial, el día 23 de octubre quedaba en los galeones un importante cargamento de géneros y una cantidad de plata difícilmente calculable. El primer problema que se presenta a la hora de estudiar las cantidades que se salvaron, se hundieron o fueron capturadas por ingleses y holandeses de la flota de don Manuel de Velasco, es el desconocimiento de la suma total de valores embarcados en Veracruz, y aunque esta cifra se hubiera conocido, habría que aceptarla con las naturales reservas que imponía el habitualfraude. El hecho de que la flota viniera esta vez escoltada por una escuadra francesa favorecía considerablemente esta situación, ya que se podía embarcar plata y oro en los navíos franceses sin pagar los derechos reales ni los de travesía. Ingleses y holandeses, una vez que abandonaron Vigo, demostraron un enorme interés en que se conociera su victoria y la importancia del tesoro capturado, especialmente los ingleses, muy interesados en acallar las protestas que los excesivos gastos de la expedición habían hecho surgir en Inglaterra. Se gloriaron aquellos que el valor de lo apresado subía a la suma de cuatro millones de pesos; más de ocho es cierto que perdió el Comercio de Cádiz, donde quedaban ocultamente incluidos los mismos enemigos, y así, no era todo ajeno lo que tomaron y echaron a perder. Ciertamente, la idea que apunta el marqués de San Felipe era una sospecha que ya antes del ataque a la flota tomaba cuerpo en la corte.

Teniendo noticias fijas de que la flota de Nueba España que ha llegado a sigo, vienen grandes cantidades pertenecientes a ingleses y olandeses de géneros que embarcaron en ella, y siendo conbeniente que se haga represalia en estos efectos en la forma que dispone el huso de la Guerra, Mando al Consejo de Indias me informe de las penas que le pareze deben imponerse en el Vando que se huviere de publicar para su aberiguación â más delas ordinarias dispuestas por las Leyes...

Era entonces habitual que las dos potencias marítimas, imposibilitadas de comerciar directamente con los territorios americanos de la Corona de España, lo hicieran a través de otras personas y esta situación, conocida o sospechada por las autoridades, se favorecería por la impunidad que ofrecían las ciudades de Cádiz y Sevilla, receptoras y controladoras de las flotas que llegaban de Indias. Si los ingleses y holandeses capturaron en Vigo siete u ocho millones de pesos como manifestaron (cifra superior a la estimada posteriormente por el rey) hay que considerar que las dos terceras partes de estas cifras pertenecían a mercaderes de las mismas nacionalidades, con lo que los aprehensores arruinaron a sus propios compatriotas. El Consejo de Indias conocía la cifra que venía consignada a la Real Hacienda, como lo demuestra el hecho de que en el estado final de cuentas que se realizará en Segovia en 1703, se detalle esta cifra exactamente, además, era preciso conocer dicha cifra para poder afirmar, como lo hace don Juan de Larrea, que la plata perteneciente a la Corona se recuperó en su totalidad y se remitió a la corte. Lo que desconocía el Consejo (al menos en noviembre de 1702) era la plata consignada a particulares y, probablemente, nunca llegó a conocer con exactitud tal cifra, pese a los intentos realizados para ello. Don Manuel de Velasco apunta la cantidad de 3.650 cajones de plata que transportaron sus buques. En cuanto al valor de cada cajón, es el mismo Velasco el que advierte de la posibilidad de un cargamento adicional fraudulento:

Sr. mio en carta de 21 del pasado que acaba de resevir me expresa V.S. que deseando la Reina Nuestra Señora saber el caudal poco más o menos que bino en la flota i lo que de él puede pertenesser a Ingleses i Olandeses... debo desir a V.S. que en quanto a lo primero se ofreze la dificultad deque abra cajones que traigan a tres mil pesos muchos a quatro i alguno que passe de seis... y en quanto al segundo punto puedo asegurar a V.S. la imposibilidad de aberiguarlo ique siempre se ahallado esta misma en otras ocasiones...

Aunque haya que considerar las siguientes manifestaciones con ciertas reservas, que vendrían impuestas por la ausencia en la documentación consultada de otras referencias que permitirían contrastar su veracidad, el embajador de España en Portugal apunta una posible clave para desentrañar el problema del fraude:

Por su leal vassallo de V. Mag. he entendido como en la flota presente hay un granfraude a su parezer y en los Reales Haveres de V. Mag. asigurándome que los más caxones que vienen reputados a tres mil pessos, trahen tres mil doblones de a ocho, por ser igual su bulto y pesso y estar confiados los comerciantes de no ser registrados en virtud de los privilegios y merzedes que estan concedidas a la Casa de Contratazión y Comercio...

3.650 cajones a 3.000 pesos de plata cada uno, arrojan una cifra de 10.950.000,-- pesos. Si la mayoría de esos cajones transportan 3.000 doblones de a ocho, equivalentes cada uno a algo más de cinco pesos de plata, la cifra total se puede elevar a una cantidad enormemente superior. Finalmente, el total de caudales transportados por la flota se estimó en 13.639.230,-- pesos de plata, de los cuales 6.994.293,- fueron directamente a las arcas reales, convirtiendo a Felipe V en el primer monarca español que recibió una suma tan elevada de América, aunque fuera perjudicando a los comerciantes sevillanos y gaditanos o a los que en su nombre realizaban en realidad los negocios. La cifra total estimada no aclara sino el destino de los caudales controlados por don Juan de Larrea y transportados desde Galicia, en sucesivas etapas, hasta el alcázar de Segovia, pero sin ninguna pista que indique el montante de lo capturado por el enemigo y lo que pudo hundirse en la Ría, sin olvidar lo que pudo escapar de Galicia y situarse a salvo del control del consejero de Indias, parte que no debe desdeñarse ya que existen pruebas de esta circulación fraudulenta. En relación con los posibles caudales hundidos es preciso reseñar que después de la batalla, y tanto por parte de los enemigos como por parte española, se buceó en los pecios, extrayendo diferentes cantidades de plata y géneros que aún no había corrompido el agua. A lo largo de los siglos XVIII, XIX e incluso en el XX, continuaron las exploraciones submarinas de los galeones de Rande; algunas, como la de Alejandro Goubert en 1728, la de Juan Antonio Rivero en 1732 y la de M. Isaac Dickson en 1825, con resultados un tanto decepcionantes; otras, como la de Hípólito Magen, con más éxito, pero sin que lo extraído justifique de ninguna forma las enormes inversiones efectuadas y el empeño de los más adelantados medios técnicos del momento. Pese a todo, laleyenda continúa aún en nuestros días y será difícil para cualquier estudioso del tema apartar de su imaginación esos supuestos tesoros que yacen enterrados en el fango de la ensenada de San Simón. (Manuel Touron Yebra)



Nombre: Yenny Zoraida Zambrano Morales
Asignatura: Circuitos de Radiofrecuencia